martes, 27 de diciembre de 2011

"La sexualidad es una cosa frágil, es difícil entrar en ella y tan fácil salir" M. Houellebech. El mapa y el territorio.

martes, 20 de diciembre de 2011

“ la vida te ofrece una oportunidad a veces, se dijo, pero cuando eres demasiado cobarde o indeciso para aprovecharla, la vida recoge sus cartas". M. Houellebecq. El mapa y el territorio.

viernes, 16 de diciembre de 2011

"Levanta la voz porque es joven, inexperto, no tiene ni la autoridad para imponerse ni la curiosidad para entenderlos. Los persas te miran con dulces ojos negros como gota de pez, sonríen, nunca pierden la calma, nunca montan en cólera, y cuanto más te agitas, tanto más cortes mente te sonríen, te dejan que protestes, te indignes, que acuses y grites, y cuando has acabado de gritar, te das cuenta de que no has ganado ni autoridad ni fuerza; que, por el contrario, la has perdido, te has humillado, y ahora estás en sus manos."
 Melania G. Mazzucco.  Ella, tan amada.

Los Zafiros

jueves, 15 de diciembre de 2011

"Su vida era aún un intacto amasijo de posibilidades (…). A esa edad, los encuentros todavía son decisivos. Luego, ya nada más es decisivo, al margen de nosotros mismos."
Melania G. Mazzucco. Ella, tan amada.

martes, 13 de diciembre de 2011

"a veces, para salvarse, es necesario alejarse. Construir nuestra propia vida. Mandar al infierno a los que nos aman, porque su amor nos mandaría a nosotros al infierno."
Melania G. Mazzucco. Ella, tan amada

lunes, 12 de diciembre de 2011

(Buenaventura)


(Buenaventura)
Muy probablemente durante todo el verano nadie gritará mi nombre desde la calle en el momento menos esperado, ni me llamarán por teléfono, a horas intempestivas, para proponerme planes menos que definidos.
Nadie me contará historias sobre el barrio donde mueren los valientes, ni estará dispuesto a compartir el vino más barato de la última tienda abierta en la plaza más inhóspita de Buenos Aires cualquier día de la semana a la hora más absurda.
Nadie llenará mi cabeza con delirantes canciones sobre ratones y borrachos.
Pero lo que es seguro es que durante todo este tiempo no compartiremos colchón con nadie más (te esperaremos para repetir la experiencia) ni nos contarán la historia del pueblo mapuche privado de su soberanía a lo largo de los siglos con voz cavernosa cuando pidamos que nos cuenten un cuento para dormirnos.
Ojalá tampoco nadie piense en quemarnos la casa por un malentendido ni nos recibirá con una piedra en la mano (por si acaso algún enemigo suyo nos acompaña)
En más de dos meses ningunos ojos nos mirarán tan atentos, esos ojos que a veces (solo algunas veces) se llenan de tanta risa, ni podré observar esas piernas demasiado perfectas para ser masculinas.
Es casi seguro que en estos meses no voy a ser capaz de compartir con nadie el silencio con tanta comodidad como contigo, ni nadie sabrá cómo contagiarme la lentitud con tanta maestría.
No sabré quererme tan sencillamente con nadie de una forma tan complicada en la que no podemos evitar hacernos sistemáticamente daño de mil formas sofisticadas.
Lo que sí sé es que no volveré a despedir a nadie con tanta ira sin saber en qué parte de la cara besarle para inmediatamente extrañarle, que nunca más desearé tanto la partida de nadie y a la vez estaré tan segura de que le voy a echar tanto de menos, tanto que si fueras consciente de ello serías incapaz de tomar ese autobús que en unos días te dejará al otro lado de los Andes.
Así que más te vale volver a Buenos Aires, Buenaventura, porque si no, puedes estar seguro, nos ataviaremos con el sombrero de pirata y la pistola de juguete que un día abandonaste en mi habitación e iremos a buscarte.
Buenaventura ¿me estai escuchando?

martes, 22 de noviembre de 2011

"¿Por qué dejar de lado
la peor angustia de la juventud?
Ser jóvenes implica vivir en la tensión de la ansiedad,
mantenerse a la espera, en una sala llena, de esa voz que lejana y sumisa
defina nuestro mañana. Las dudas que conocemos
son por no saber. La noche cuando llegue ha de traernos
una orden terrible: abre una tienda de herramientas
en una pequeña ciudad... Enseña ciencias el resto de tu vida
a chicas ya crecidas... Se va haciendo tarde,
¿es que no van a llamarnos? ¿O acaso es, simplemente,
que no nos necesitan?"

WYSTAN HUG AUDEN. La edad de la ansiedad

martes, 18 de octubre de 2011

Planetas alineados

Todo se ha vuelto tan sencillo que saldré a la calle, miraré al cielo y sabré dónde encontrarte. Por fin parece que los planetas han decidido alinearse.
 “Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual de nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo dentífrico.”
Cortázar, Julio. Rayuela

sábado, 15 de octubre de 2011

Autolesión

En mismo instante en que él le mostraba los cráteres de esa luna que extrañamente se mantuvo llena durante una semana completa (únicamente aguardando ese día, ese momento en que se encontraron por segunda vez), se comenzó a desdibujar la última pieza del puzle que todavía permanecía intacta. Repitió mentalmente unas mil veces la frase que siempre le venía a la cabeza en estos casos: “Tout va bien. Tout va bien. Tout va bien”. Pero negar la evidencia no era suficiente. De alguna forma necesitaba infringirse dolor para pensar con más claridad, para volver a colocar las piezas en su lugar. Una vez más dejaría de fumar. No había nada en el mundo que le provocara a la vez tanto sufrimiento y tanto alivio en los momentos críticos como pasar de fumadora compulsiva a ex fumadora y viceversa.

miércoles, 12 de octubre de 2011

La próxima vez que desee algo tendré más cuidado, no sea que se vuelvan hacer realidad mis sueños y luego no sepa cómo darles esquinazo.

lunes, 10 de octubre de 2011

Vértigo al silencio

Un porteño es capaz de:
Estirar las vocales hasta límites insospechados para que no quede ni un solo segundo de silencio entre idea e idea.
Pasar diez minutos respondiendo a una pregunta que en realidad no exigía más que un par de palabras hasta que olvides el objeto principal de tu curiosidad.
Mentir de forma delirante con tal de alargar una historia a sus ojos demasiado corta o insulsa.
Hacerte partícipe de todas las fases de una de sus obsesiones con tal de no pensar más de lo que su voz sea capaz de expresar.
Dar ejemplos hasta el absurdo ante una duda sobre el significado de una palabra, no vaya a ser que luego no sepa de qué hablar.
Enumerar todos los tipos de zapatos que existen sobre la faz de la tierra únicamente para decirte qué número calza en cada uno de ellos (que, como era de esperar, siempre es el mismo)
Todo ello con un único fin: no sufrir el profundo vértigo que a la gran mayoría les produce el silencio.

Y yo quiero todo esto

Quiero vivir siempre en una gran ciudad,
en realidad, en todas las grandes ciudades.
Quiero un trabajo que me robe el menor tiempo posible, la menor energía mental imaginable y que me aporte el dinero justo para sobrevivir.
Quiero despertarme cada día a la hora que me pide el cuerpo.
Quiero prescindir del transporte público y volver a tener una bicicleta rosa.
Quiero un amante sofisticado y con la capacidad de hacerme reír.
Quiero aprender fontanería, árabe y a tocar el contrabajo
(por sólo citar algunos ejemplos)
Quiero vivir sola en una casa de planta baja con patio.
Quiero volver a hacer exclusivamente las fotos que quiero.
Quiero aprender a mantenerme alejada de la gente infeliz
y rodearme únicamente de personas sabias y sencillas.


Quiero tener el mar siempre suficientemente cerca,
para cualquier apuro.
Quiero tener la capacidad de encontrar las palabras justas en el momento adecuado
(y no dos horas después).
Quiero una vida en la que no necesite días de descanso ni vacaciones.
Quiero que cada mañana de los domingos tengan exactamente los mismos ingredientes:
mamá, vermut, pinchos y cigarrillos.
Quiero ver el sol al menos trescientos días al año.
Quiero morir a los cincuenta y cinco
y cada año sentir la necesidad de estirar un poco más esta fecha.

Hoy no estoy - Gustavo Taretto

8 minutos de buen gusto para contrarrestar una tarde totalmente exenta de él

viernes, 7 de octubre de 2011

Una bofetada a tiempo

Una bofetada contundente y sonora resulta a veces la única forma de salir de un profundo estado de enajenación mental.  De haberlo sabido, la hubiera provocado mucho antes.

Medianeras - Gustavo Taretto



"Buenos Aires crece descontrolada e imperfecta. Es una ciudad superpoblada en un país desierto. Una ciudad en la que se yerguen miles y miles y miles de edificios. Sin ningún criterio. Al lado de uno muy alto hay otro muy bajo. Al lado de uno racionalista hay un irracional. Al lado de un estilo francés hay otro sin ningún estilo. Probablemente estas irregularidades nos reflejen perfectamente. Irregularidades estéticas y éticas. Estos edificios, que se suceden sin ninguna lógica, demuestran una falta total de planificación. Exactamente igual a nuestras vidas. La vamos haciendo sin la más mínima idea de cómo queremos que nos quede."

jueves, 6 de octubre de 2011

Cambios de estado


Últimamente la vida se ha vuelto bien extraña.
Los números de teléfono han pasado a un segundo plano en el arte del flirteo, ahora lo esencial es intercambiar los nombres en Facebook. Para mostrar tu interés por alguien que acabas de conocer, has de enviarle una solicitud. Sin embargo, depende del desparpajo de cada uno el que esa relación quede ahí (has abierto un agujerito por el que me entero de tu vida y tú otro por el que te enteras de la mía) o evolucione. Un mensaje en el muro resulta todo un acto de valentía. Los mensajes privados ya empiezan a parecer tan anticuados como las cartas personales escritas a mano.
Los ex amantes malheridos sufren verdaderas crisis al ver una nueva amistad sospechosa en el perfil de su antiguo compañero/a, espasmos si ven un corazoncito o alguna frase reveladora en su muro, en donde no pueden dejar de entrar compulsivamente varias veces al día. Incluso unos aparentemente inocentes puntos suspensivos pueden ser fatales.
Para eliminar a alguien de tu cabeza, de tu vida, de tu pasado, no tienes más que borrarlo de tu lista de amigos. Si quieres ser categórico, sólo hay que pulsar el botón de bloquear.
Ya no hace falta comunicar personalmente la ruptura de una relación o el inicio de una nueva a tus conocidos, simplemente ven tu cambio de estado de “tiene una relación” a “soltero” o viceversa. Lo más sorprendente de todo es que algunos insensatos cometen la osadía de marcar un “me gusta” en el primero de los casos.
Los hay más y menos exhibicionistas pero siempre hay algún indicio de la vida personal de lo que se supone es nuestro círculo de amigos.
La vida se ha vuelto realmente extraña.
Las reuniones de amigos, incluso las conversaciones entre algunos amantes, se extinguen poco a poco delante de un monitor.
Coleccionamos amigos virtuales. El tener menos de doscientos amigos (¡doscientos!) nos haría parecer seres extremadamente asociales, alguien de quien desconfiar.
Un día de estos voy a tirar la compu y el celular por la ventana y voy a volver a ver televisión. Estoy empezando a pensar que, a pesar de todo, era mucho más sana que todo esto.  

Síndrome de Estocolmo

Siete meses sufriendo el más dulce síndrome de Estocolmo.
Encerrada en mi zulo. Condenada a regresar mentalmente a cientos de lugares que he visto en una de mis anteriores vidas y a otros muchos en los que nunca he estado ni estaré.
Mientras escribo, siento la implacable mirada de mi raptor, un hermoso e histérico travesti de ojos castaños que unos días me promete amor eterno y otros asegura odiarme desde lo más hondo de sus entrañas.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Tormentas eléctricas

He de reconocer que los culpables de la tormenta de anoche fuimos nosotros. Me disculpo públicamente por todos los aparatos eléctricos que hemos echado a perder en la ciudad.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Amores sucios

No podía dejar de mirarle. Esa boca a la que le faltaba un diente, sus uñas sucias, los ojos que parecían querer salir de sus cuencas, las cejas enormes y negrísimas, un cuerpo desgarbado de poco más de setenta kilos distribuidos a lo largo de casi un metro noventa, su cara surcada por el tiempo. Y sin embargo, cada vez que abría la boca para poner en evidencia su inmenso despiste, a ella se le retorcía el corazón.  Quizás porque imaginaba un ser siniestro,  un trágico pasado llena de historias terribles, un degenerado con el cerebro lleno de las más complicadas perversiones. Por momentos sentía que amaba a ese desconocido. Era tan feo que resultaba hermoso.  Y él ni tan solo se dignaba a mirarla.
Su mayor virtud era el tesón. Hacía lo posible por estar cerca de él, por provocar una conversación, una mirada… Hasta que un día él cayó en la cuenta de su marcado acento extranjero y le hizo la pregunta que abría todas las puertas “¿De dónde sos?”. Durante unos minutos el mundo ajeno a ellos dos se evaporó, se levantó un alto muro de hormigón que los separaba del resto. Ya no había nadie a su alrededor, los ruidos cesaron, los otros olores desaparecieron.
Charlaron sobre nimiedades, se preguntaron por sus vidas. Por fin descubrió su nombre (en realidad, no podía ser otro) y se destapó esa parte misteriosa con la que tanto había fantaseado: le confesó que estudiaba en una escuela bíblica y después de un año se convertiría en pastor evangelista. Ella no pudo evitar una sonora carcajada. Más que del descubrimiento se reía de sus fantasías, tan alejadas de la realidad (aunque quizás no tanto). Él la miró con ojos interrogantes, extrañados, como siempre muy serio, y a partir de ese momento ya no apartó su mirada de ella hasta que se separaron en la estación.
Se subió al vagón y, ya sin poder contenerse más, estalló en ese tipo de risa que sólo brota cuando nos damos cuenta de cuán estúpidos podemos llegar a ser. Y a la vez se dio cuenta de que, una vez más, el desengaño no extirpó la ilusión, sino que no hizo más que darle rienda suelta.  

viernes, 23 de septiembre de 2011

Raíces

La respuesta a la pregunta sobre mi procedencia cuando viajaba por países no hispanoparlantes era francamente fácil: soy española. Con esto generalmente mi interlocutor ya se daba por contento.
En Argentina se complicó un poco. “¿Española, pero de donde?” Respuesta: “Asturias”, y tras la cara de ligero desconcierto: “en el norte”.
En el resto de España se afinaba un poco más: ¿Asturiana, pero de qué ciudad? Lo que solía solventar con un: “nací en Gijón pero me crié cerca de Oviedo”. Aceptaban esta respuesta como válida y no me daba más quebraderos de cabeza.
Sin embargo, esta pregunta adquirió una tonalidad casi existencial cuando era formulada en Asturias. Un poco por costumbre, después de tantos años fuera, decía “Asturiana”, sin más, a lo que invariablemente me respondían: “sí, ya, pero ¿de dónde?”. La primera vez hice el esfuerzo y contesté: nací y viví el primer año de mi vida en Gijón, pero me crié en Lugones, viví una temporada en Collao y luego Oviedo, más tarde en otros sitios de España y de Europa. Ahora estoy temporalmente viviendo en Villaviciosa, pero cuando me mudé debía de ser la tercera vez que lo pisaba en mi vida. ¿Y mi familia? Sigue viviendo en Collao. En realidad, para mí es una pregunta un poco compleja. No sabría muy bien decirte de dónde soy exactamente.
Ahora lo pienso y creo que el hecho de poder ahorrarme toda esta sarta de complicadas explicaciones, que en realidad no llevan a ningún sitio, es una de las cosas que me hace unos cuantos grados más feliz.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Historia del que nunca podía olvidar


"El ruso Salzman tuvo muchas novias. Y a decir verdad solía dejarlas al poco tiempo. Sin embargo, jamás se olvidaba de ellas.
Todas las noches sus antiguos amores se le presentaban por turno en forma de pesadilla. Y Salzman lloraba por la ausencia de ellas.
La primera novia, la verdulera de Burzaco, la pelirroja de Villa Luro, la inglesa de La Lucila, la arquitecta de Palermo, la modista de Ciudadela. Y también las novias que nunca tuvo: la que no quiso, la que vio una sola vez en el puerto, la que le vendió un par de zapatos, la que desapareció en un zaguán antes de cruzarse con él.
Después Salzman lloraba por las novias futuras que aún no habían llegado. Los hombres sabios no se burlaban del ruso pues comprendían que estaba poseído por el más sagrado berretín cósmico: el hombre quería vivir todas las vidas y estaba condenado a transitar solamente por una. Aprendan a soñar los que se contentan con sacar la lotería…"
Alejandro Dolina. "Historia del que nunca podía olvidar" en El Ángel Gris.

martes, 20 de septiembre de 2011

Extremos

Conduzco a toda velocidad de un extremo al otro y ni tan sólo siento un ligero mareo. No sé si he llegado a la indolencia absoluta o he muerto ya en un accidente de tráfico sin darme cuenta.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Un regalo inesperado



Hoy, un desconocido me ha hecho un regalo inesperado. Lástima que sólo sepa su nombre, porque le amaría el resto de mi vida.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Las rubias de Kiarostami

Son cinco, todas rubias (de diferentes tonalidades), divinas, cerca de los cincuenta. Sin lugar a dudas, han ido a la peluquería para la ocasión.
Cuando las veo llegar pienso que son clientas del elegante hotel en cuya planta baja está una sala de proyección de cine independiente.
Pero no. Se dirigen hacia la mesita donde se venden las entradas. Una de ellas saluda efusivamente al cajero y bromea sobre un descuentito por haber traído a sus amigas.
¿Quiere dárselas de interesante delante de sus amigas en su reunión anual? ¿Conoce al cajero desde hace poco y pretende seducirle? No tengo ni idea, lo único que sé es que su animada conversación sobre el solárium y el gimnasio resulta francamente desentonada en una fila que espera ansiosa a ver la última película de un director iraní. Mientras hablan se miran disimuladamente de arriba abajo discretamente, buscando en las otras una arruga más, un kilito que sobre, calibrando la calidad de su ropa y su calzado, el posible coste de su peluquero, envidiándola secretamente por haber encontrado un mejor partido que ella. En un momento una de ellas profiere una frase reveladora “Yo voy a clase de spinning, no me voy a quedar en casa llorando”.
Entramos a la sala. Van derechas a las primeras filas. Extraño. Pero, como era de esperar, pronto alguna de ellas dice que no vayan tan cerca de la pantalla (no vaya a parecer que están en un cine y no delante de su televisor de plasma en casa).
Me siento y las oigo cotorrear y reír animadamente. Pienso esperanzada: quizás haya un antes y un después para estas mujeres con esta película. Quizás su evidente frivolidad se vea ligeramente trastocada.
Imposible olvidarse de ellas durante la proyección. Sus incomprensibles risotadas y sus comentarios constantes inundan de vez en cuando la sala.
Cuando me levanto no puedo evitar mirarlas una por una, para comprobar si hay en sus caras una señal, algo que evidencie el esperado cambio.
Una de ellas duerme plácidamente tapada con su chaqueta (he de admitir que los sillones eran demasiado cómodos para un cine). El resto parlotea animadamente alrededor de la rubia durmiente.
No ha ocurrido nada. Salgo decepcionada de la sala.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Papeles

La vida es una película improvisada en la que vamos cambiando de papel dependiendo del reparto, representando papeles incluso antagónicos en un solo día.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Exceso de equipaje

Vivo en un lugar donde las niñas roban la belleza a sus madres desde el vientre,
el primer contacto con el sexo modifica la forma de la cara,
los Porsches rojos se consiguen con sólo desearlos con convicción,
los números se repiten hasta volvernos locos,
la cumbia se mete en las venas sin quererlo,
se ama a las personas como a un equipo de fútbol, a un político o a un profeta.
Vivo en un lugar en el que nunca sobra espacio en el equipaje para la razón.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Notre jour viendra - Romain Gavras



“¿Mi pelo os irrita?
Lo dejaré crecer.
Mis acciones,
mis actitudes, ¿os molestan?
Pues las aumentaré.
Y cuando,
bajo la lluvia de vuestro sarcasmo,
permanezco indiferente
frente a vosotros,
y puedo ser por fin
quien realmente soy,
a pesar del disgusto,
a pesar de la vergüenza,
a pesar de todo eso,
me amaréis
por lo que soy. "

miércoles, 7 de septiembre de 2011

24 horas

Durante veinticuatro horas
Di “no” cada vez que quieras decir “sí”
Pon tu mejilla cuando te ofrezcan una boca
Hazte férreo defensor de la causa más injusta
No devuelvas las sonrisas
Vístete como la tribu urbana que más detestas
Aliméntate exclusivamente a base de coles de Bruselas
No respondas a una llamada anhelada durante días
Sonríe a tu peor enemigo
Enoja a tu mejor amigo
No fumes ni un solo cigarrillo
Siéntete un auténtico gilipollas justo antes de acostarte

domingo, 4 de septiembre de 2011

Les Amours Imaginaires - Xavier Dolan



-          Fumaba mucho entonces. Me encanta fumar. Fumar un cigarrillo es como... olvidar. Cuando apuro la colilla es todo lo que tengo. Encender, fumar, callar las cagadas. Oculta la mierda. El humo oculta la mierda. Los hay de mentol y vainilla. Hay a quien les gustan. Tabaco mentolado. De vainilla. Cigarros de chocolate. Cigarrillos, cigarrillos. Los cigarrillos evitan que me vuelva loca. Me mantienen viva. Me mantiene viva hasta que muera.
-          ¿Estás bien?
         (…)
-          Sé que era él. Nunca amaré a nadie tanto. Lo asumo. Sé que normalmente es más tarde cuando conoces a tu alma gemela. Qué mal. Ha pasado ahora a mis 25 años. No tiene que ver con el sexo. No me importa el sexo. Eso no es lo principal. Lo importante es... despertarte con alguien. Compartir la cuchara. Eso es lo importante, la cuchara. Saber que si llega un mal tipo, hay alguien. Eso es una metáfora. Nunca llegan tipos malos. Despertarte con el viento, un vientre cálido, la persona a la que amas respirando en tu hombro. Eso es, la cuchara. Sí. Debo parecer... ¿Habrá conocido a deprimentes como yo o soy la primera?
-          ¡Dios! 20 años de peluquera, he peinado a muchas cucharas solas.

sábado, 3 de septiembre de 2011

martes, 30 de agosto de 2011

Perdedores por vocación

El croupier, desolado por ver al borde de la ruina al que antaño había sido un jugador realmente talentoso, pensó ingenuamente que no se trataba más que de una racha de mala suerte. Preso de un ataque de rebeldía contra lo que él creía que era el destino y jugándose su puesto de trabajo, marcó descaradamente las cartas buenas.
El jugador, para el asombro de todos los presentes, eligió sin vacilar un segundo, con pulso firme (casi con devoción), las peores cartas de la baraja. Una vez más.  

lunes, 29 de agosto de 2011

Un miligramo más de alegría y estallo en mil pedazos. Debe de ser que empieza a oler a primavera en el Cono Sur.


sábado, 27 de agosto de 2011

Animales heridos

Los animales heridos se miran sin verse, se husmean sin olerse, se rozan sin tocarse. Se escuchan pero no se oyen, se lamen las heridas y no reconocen más que el sabor de su propia sangre.

martes, 23 de agosto de 2011

Señales

Una sola palabra transformó la indiferencia en cariño.
Un saludo, el olvido en ternura.
Unos puntos suspensivos, el deseo en repulsión.
Un clic, el último final en un nuevo principio.
Un botón pulsado conscientemente, la nada en una obsesión.

lunes, 22 de agosto de 2011

Buenos Aires

Pequeños empresarios que dicen ser italianos con impecable acento porteño
Iglesias transformadas en salas de concierto
Artistas de carnosos labios rojos que se drogan y se sienten lesbianas por una noche
Quinchos, locales comerciales, casas de aperos… cualquier espacio, convertido en un hogar
Niñas que se creen princesas durante la primera noche de sus quince años
Oficinistas que fantasean con convertirse en artesanos
Locales nocturnos que eventualmente son salas de cine, mercadillos, cualquier cosa
Modernos que viajan en coches fúnebres
Sinagogas que mutan en circos, colectivos que se vuelven teatros…
Urbanitas atrapados en el gris que tienen sueños monocromáticos en verde.

Buenos Aires se transforma, se disfraza, se camufla, se esconde, se renueva y reinventa a cada segundo, constantemente, sin poder evitarlo. Es la única vía de escape a su gran mal: querer estar siempre en otro lado.

viernes, 19 de agosto de 2011

La vida como una telenovela de bajo presupuesto

La vida ocurre como el rodaje de una telenovela de bajo presupuesto. Si te equivocas, te trabas o no sabes reaccionar a tiempo, no se vuelve a grabar la escena.

jueves, 18 de agosto de 2011

YO MATE A MI MADRE



"Podríamos suicidarnos.
En nuestras cabezas.
Y volver a nacer.
Poder hablar, mirarnos.
Estar juntos.
Como si no nos hubiéramos conocido"

DOLAN, Xavier. Yo maté a mi madre. Canadá, 2009

miércoles, 17 de agosto de 2011

“Ha llegado a Hispaniola. Está sudando, el corazón acelerado. Pasa un doble río de autos, camionetas y camiones por la avenida George Washington y le parece que todas llevan la radio encendida y que el ruido le reventará los tímpanos. A ratos, de algún vehículo asoma una cabeza masculina y un instante los suyos se encuentran con unos ojos varoniles que le miran los pechos, las piernas o el trasero. Esas miradas. Está esperando un hueco que le permita cruzar y una vez más se dice, como ayer, como anteayer, que está en tierra dominicana. En New York ya nadie mira a las mujeres con ese desparpajo. Midiéndola, sopesándola, calculando cuánta carne hay en cada una de sus tetas y muslos, cuántos vellos en su pubis y la curva exacta de sus nalgas. Cierra los ojos, presa de un ligero vahído. En New York, ya ni los latinos, dominicanos, colombianos, guatemaltecos, miran así. Han aprendido a reprimirse, entendido que no deben mirar a las mujeres como miran los perros a las perras, los caballos a las yeguas, los puercos a las puercas.”
Mario Vargas Llosa. La fiesta del chivo

martes, 16 de agosto de 2011

Sobre burbujas II

Un hombre de negocios se asoma a la ventana de su lujosa habitación en el Sheraton para ver a tan solo 10 cuadras una villa miseria
Un oficinista sortea a jóvenes derrotados por el crack que duermen en el pasaje comercial de 9 de Julio
Una futura diseñadora de moda recoge retales en Once antes de que lo hagan los cartoneros
Una adolescente baila con su panza de varios meses en la fiesta de celebración del quince cumpleaños de una compañera de escuela en el Club Hípico Argentino
Buenos Aires es una gran burbuja en la que de pronto, después de breves períodos de tiempo viviendo en medio de la irrealidad, es inevitable encontrarse con fisuras. Es entonces cuando se hace evidente que no es la ciudad que siempre soñó ser.

lunes, 15 de agosto de 2011

"Ay, a mi me encantan los hombres. Me gustan todos, sin excepción. A todos les encuentro algo especial"
(Confesión –la más tierna, sincera y falta de todo tipo prejuicios que me han contado últimamente- de una porteña de 19 años a su compañera de trabajo)

domingo, 14 de agosto de 2011

La liturgia empieza tan puntual que parece que estamos en otro punto del planeta. El pope comienza a dar la misa a los pocos fieles que ya han llegado. Poco a poco, la gente va llegando, ellas con el pelo tapado, ellos con la cabeza descubierta. Los niños corretean entre la gente que se persigna y se arrodilla ante el pope una y otra vez, juegan, gritan, intentan tirar una imagen ante la expresión horrorizada de sus madres. La gente cuchichea, la mayoría en ruso. El pope sigue, inmutable, leyendo, rezando, cantando.
Somos extraños, lo saben, no nos conocen, nos observan, no somos de la comunidad, sino ya nos habrían visto antes, sino ya sabríamos que no se puede asistir a una misa ortodoxa con una mochila en la espalda.
Una mujer se nos acerca al final de la misa y nos pregunta con un evidente acento porteño si somos ortodoxos. Nos agradece el respeto que mostramos por sus costumbres, especialmente por el pañuelo y la "pollerita" que llevo puestos. Precisamente ella, la única que lleva el cabello descubierto de toda la iglesia.

sábado, 13 de agosto de 2011

“Todos caemos en la idiotez un par de veces al día”
Juan Terranova. Los amigos soviéticos.

lunes, 8 de agosto de 2011

Natalia

El marido de Natalia se fue a hacer las Américas dejando en un pequeño pueblo de Asturias la mayoría de sus ya escasas pertenencias y un sinfín de promesas. Natalia se quedó sola con sus  diecisiete años, una hija de un año –Socorro-, y una burra.
Durante largos años Natalia viajó a lomos de su burra a los pueblos de los alrededores vendiendo avellanas en las ferias, mientras esperaba algún tipo de noticia de su marido emigrado, pero las noticias nunca llegaron.
Los años pasaron, Natalia seguía vendiendo avellanas por las ferias y Socorro fue creciendo a la sombra de un padre ausente sin excesiva alegría. A muy temprana edad Socorro se casó y la nueva pareja mandó construir una casa con baño en el interior (un despropósito según los vecinos, pues todavía no había agua corriente en la zona) cuya planta baja la ocupaba una tienda de ultramarinos que regentarían Natalia y Socorro hasta que el cuerpo no les dio para más. Fue entonces cuando se fueron a vivir a la ciudad cercana. Después de aquello  Natalia apenas volvió a salir a la calle.
Sólo recuerdo una vez, siendo muy pequeña, que mis abuelos la llevaron a la playa donde estábamos pasando el día toda la familia. Con sus tupidas medias y su vestido negro no llegó a bajar a la arena, se quedó mirándonos desde lo alto del muro de Gijón. La recuerdo como una de las imágenes más extrañas de mi infancia.
Su charla era imparable, su fuente de historias del pasado inagotable y su pelo larguísimo y amarillento por el agua oxigenada que se echaba a escondidas, siempre lo llevaba recogido en un apretado e inmaculado moño que su hija le hacía cuidadosamente cada mañana, invariablemente entre riñas, que continuaban durante todo el día. Nunca la vi comiendo otra cosa que no fuera maicena. Debía de pesar 40 kilos y no llegaba al metro cincuenta, pero la energía no la abandonó hasta muy cerca de la centuria.
Habían pasado más de ochenta años, pero Natalia seguía llorando cada vez que aparecía en televisión un avión cargado de españoles ancianos que no habían vuelto de Cuba desde que habían emigrado (era la época de las vacas gordas de España – o mejor dicho, de las vacas hormonadas- , cuando el Gobierno español todavía podía permitirse ese tipo de lujos). Natalia se acordaba de su Alfredo y lloraba amargamente enfundada en su bata negra. Sus lágrimas no eran de rencor, no eran de amargura por el abandono, por su difícil vida, por toda una vida eclipsada por una incógnita… eran de verdadera pena porque su Alfredo no estaba entre los recién llegados.
Pocos años de que muriera, unos barmans cubanos fueron al pueblo, ya no tan pequeño, en donde mis padres tomaron el relevo de la tienda de ultramarinos al poco de nacer yo. Mi madre, siempre tan cautivada por todo lo cubano, comenzó a hablar con ellos y les contó la historia de aquel misterioso bisabuelo que nunca volvió de Cuba. Cuando les dijo su nombre y apellidos, uno de ellos dijo conocer a un hombre que respondía a ese nombre que tenía más de cien años y una descendencia, entre hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, probablemente también superior a la centena. A mi madre se le puso la piel de gallina pero decidió no contárselo nunca a su bisabuela. Para la poca vida que le quedaba, mejor que la acabara llorando de pena que no de rabia.

domingo, 7 de agosto de 2011

Malos de película

El primero que recuerdo fue Marcel de Belle de jour, años más tarde fue Cahit de Contra la pared, recientemente Billy Brown de Bufallo 66. Incluso remontándome a mi adolescencia podría citar a Quimi de Compañeros. También Ricki de ¡Átame!, aunque no era del todo malo. Tampoco Cahit era mucho más que un antihéroe. Hasta tengo que reconocer a Yamam de la infumable La pasión turca.

A veces, cuando aparece una faceta de nuestra personalidad desconocida hasta el momento, no hace falta más que hurgar un poco a fondo en nuestro lado más oscuro para comprobar cómo increíblemente la ficción define una buena parte de nuestros gustos más inconfesables, de nuestras fantasías más absurdas, de aquella parte que se escapa a toda explicación racional.

jueves, 4 de agosto de 2011

Deportes extremos

Tropezar mil veces con la misma piedra (sabiendo exactamente dónde está la piedra y con qué pie voy a tropezar) es el único deporte que practico y al cual tengo cierta adicción.

miércoles, 27 de julio de 2011

Hacer trampa

La única razón de ser del destino es ser burlado y esquivado, cada día hacerle trampa y, una vez tomada suficiente ventaja, girarse, mirarle fijamente a los ojos y sacarle la lengua descaradamente.

martes, 26 de julio de 2011

El fotógrafo vagabundo


Vivió gran parte de su vida en la calle, centros psiquiátricos y prisones. Se construyó su propia cámara y retrató hasta la saciedad su mayor obsesión: las mujeres. Su gran error fue cometer el acto de valentía que más irrita a los mediocres: hacer de sus pasiones una forma de vida.

sábado, 23 de julio de 2011

Conociéndonos

-          ¿Te gusta Madonna?
-          La detesto
-          Ay, es mi ídolo… También me gustan mucho Julio Iglesias y José Luis Perales, ¿y a ti?
-          No, la verdad es que no me gustan nada.
-          ¿Y los Ramones?
-          Sí, algunas canciones sí.
-          Ah… así que te gusta el punk. ¿Y Lola Flores?
-         
(En este punto de la conversación me vi obligada a rendirme)

No fe un sueño, lo oí...

"Estoy muy sola. A parte de a mi psicoterapeuta y mi tarotista no tengo prácticamente a nadie más"

viernes, 22 de julio de 2011

jueves, 21 de julio de 2011

Un “cuarteto” imposible

A es lesbiana
B es gay
C es padre de familia
D es un hombre de mediana edad heterosexual que flirteaba con la amiga de A hasta que esta se evaporó misteriosamente a causa del pánico escénico del local donde C y D conocieron a A, B y a la amiga evaporada

Curiosamente, los cuatro miembros de este “cuarteto” imposible acaban el festejo del Día del Amigo bebiendo vodka, comiendo panqueques con dulce de leche y mirándose unos a los otros, algo desconcertados por la escena de la que son protagonistas, en el apartamento de C, a falta de cualquier perspectiva de tipo sexual con la que finalizar la noche.

Una filosofía de vida II

Elegir consciente y sistemáticamente la opción equivocada como forma de vida. Siempre tiene más literatura.

lunes, 18 de julio de 2011

Cuanto más templado, casi indolente, se vuelve mi carácter, más me da la sensación de que todo y todos los que me rodean se vuelven caos y desequilibrio. A veces no me queda más remedio que quedarme mirándolo todo con los ojos como platos y los labios pegados, haciendo un esfuerzo sobrehumano para intentar que no se me contagie.

Europeos vs gaxegos

-  Vos no sos europea, sos “gaxega”- dijo sin saber que en vez de insultarme me estaba halagando.

viernes, 15 de julio de 2011

"- Las ideas nos separan. Pero son los sueños los que nos acercan.
- No, son las pesadillas."

Film Socialisme. Jean-Luc Godard.

martes, 12 de julio de 2011

Vuelva usted mañana (un inventario somero)

4 visitas y alrededor de 30 llamadas a Migraciones para tramitar la residencia.
4 visitas y dos llamadas al banco para abrir una cuenta corriente.
5 visitas al Correo Argentino para retirar dos encomiendas internacionales.
3 visitas a la Seguridad Social para poder trabajar en blanco.
13 (de momento) llamadas, un correo electrónico y una visita para reclamar 200 pesos que me deben de un trabajo.
Y lo que me queda…

lunes, 11 de julio de 2011

Чичерина Ту-Лу-Ла



Y pensar que Médem fue durante años mi director preferido... De sus últimos tres largometrajes de ficción creo que sólo salvaría los cinco segundos de Habitación en Roma en los que suena esta canción.

domingo, 10 de julio de 2011

Cineclub Mon Amour



Carlos Calvo y Perú, es toda la referencia que tengo, pero en las cuatro esquinas de la confluencia de esas dos calles no hay nada que se le parezca a un cine-club. Comienzo a preguntar en todos los bares de la zona. Nadie ha oído hablar del lugar que busco.
Me cruzo con una mujer de unos cuarenta, con aire intelectual (como casi todas las porteñas de esa edad), y la abordo. Me dice que sí, que sabe dónde está, a mitad de cuadra, pero si me espero un momentito me dice la dirección exacta. Saca su Blackberry del bolso y lo consulta. Es en el 650.
Nada más darle las gracias mi memoria de pez borra el número automáticamente y comienzo a caminar en la dirección indicada. Ningún cartel en toda la calle que lo anuncie. Vuelvo a preguntar, esta vez  en una heladería. Resulta ser justo enfrente.
En la puerta de una casa pintada en rojo hay cuatro personas que podrían estar formando una cola. Pregunto y me confirman que están esperando a que abran.  
Un cuarto de hora después del supuesto comienzo de la proyección, cuando ya somos alrededor de 15 personas en la fila, un hombre de pelo blanco y cara afable abre la puerta y nos recibe como si fuéramos sus invitados a una cena privada.
Mientras esperamos en el pasillo de la entrada las luces se van apagando a cada rato, como en cualquier portal de un edificio cualquiera, pero nuestro anfitrión se pega al botón y no deja que pasemos ni cinco segundos a oscuras.
Entramos en la sala, que no tiene más de 20 butacas y el hombre de cara afable presenta la película. Resulta una auténtica enciclopedia del cine. No se le escapa hacer referencia a un solo actor, ni a ninguno de los cinco guionistas, ni a las mil referencias a otras películas que le sugiere.
Acaba la proyección y la gente aplaude, como niños en el circo. Nadie se levanta. Doy por hecho de que se trata de la típica pose de los cinéfilos de aguantar sentado hasta la última letra de los títulos de crédito, ya sean en latino, griego, árabe o cirílico.
El hombre de cara afable vuelve a la sala, se apoya contra la pared y empieza a bombardearnos con preguntas sobre la película. Al principio los espectadores se muestran tímidos pero poco a poco se genera un pequeño debate donde prácticamente la totalidad de los que están ahí sentados acaban hablando sobre todo tipo de temas, cada vez más alejados del argumento de la película.
El hombre de pelo blanco y cara afable, cuando el debate ya se ha ido un poco de madre, nos da las gracias por la asistencia y nos acompaña hasta la puerta, donde nos despide, uno a uno.

Desde que me puse a hacer fila en la puerta de la casa roja hasta casi una hora después de salir a través de ella tengo los pelos de punta.
Estoy casi segura de que sólo aquí pueden existir lugares como este. 
Buenos Aires, definitivamente, te adoro. Si fueras hombre tiraría por tierra todo mi discurso anti-matrimonio y me casaría contigo.

Метель

Sustitutos efectivos

Ni chocolate ni dulce de leche. El ruso, la fotografía y la Метель es lo único que me sirve de sustituto. Ante la escasa probabilidad de que se produzca una Метель en Buenos Aires, mañana retomo el cirílico y empiezo a darle forma a un proyecto nuevo, que ya está bien, es absurdo que la duración del “luto” comience a acercarse a la de historia.

sábado, 9 de julio de 2011

Ampliación de la lista de cosas que detesto

Habiendo llegado a la conclusión de que dar largas es uno de los deportes más practicados por esta parte del mundo, me veo obligada a ampliar la lista de 5 cosas que detesto:
6. La gente que no sabe decir “no”

viernes, 8 de julio de 2011

"Voy a romper las ventanas
para que lluevan cristales,
ven a romper las ventanas,
ven a gritar como antes,
ven a romper las ventanas
y hacer del caos un arte,
voy a romper tus ventanas
y voy a entrar como el aire."

Voy a romper las ventanas. Love of Lesbian

miércoles, 6 de julio de 2011

" - Nunca te enamores de alguien que viva demasiado lejos o que sea menor de 30, o que conozcas en vacaciones.
- Ya sé, ya sé.
- ¿Qué más te enseñé?
- Nunca te enamores de alguien que nunca se enamoró.
- Ni que nunca fue abandonado.
- O que beba demasiado.
- O que no beba. Santurrones.
- O que mienta.
- O que llore demasiado (Jack, el ex marine. Era una pesadilla). O que sea demasiado apuesto.
- Eso es nuevo. ¿Por qué?
- Te ves horrible a su lado.
- Tengo otra. Que no deje que le hagas sexo oral. ¿Y eso?
- Me supera.
- No te enamores de alguien malo en la cama. Punto.
- Ni de alguien demasiado bueno en la cama.
- Eso es lo mejor de él.
- Debería hacerte desconfiar."
Cinco sentidos. Posdewa, Jeremy