jueves, 3 de mayo de 2012

Día de limpieza

Veintiún horas seguidas barriendo miles risas,
también algunas lágrimas.
Poniendo parches a los corazones que nos rompieron,
cosiendo cremalleras a los que nosotras, sin querer, rompimos.
Dándole brillo a todas las fantasías que retroalimentamos.

Ahogando en Lisoform los malos recuerdos,

aromatizando con sahumerios los buenos.

De cada cajón que abrí se escapó un recuerdo
de cientos de cervezas compartidas.
De cada cama bajo la que escondí el polvo,
la imagen perfecta de todos los que soñaron sobre ella.

Intentando minimizar el olor
a que tal vez nos conocimos demasiado.
Reponiendo las reservas que agotamos
para tomar fuerzas para nuestra próxima vida
(a la que aun miramos como a un animal exótico).
Lavando los perfumes que dejaron
todos y cada uno de los amantes y amados
que pisaron este segundo piso.

Todo para que cuando él llegue
parezca que en estos 359 días
no ha ocurrido absolutamente nada
entre estas cuatro paredes.
Cuando en realidad ha pasado toda una vida.
Una de nuestras muchas vidas.

viernes, 13 de abril de 2012

Bahía Blanca o el tango que nadie quiere tocar












 "Ninguna persona que yo conozca ha dicho jamás nada bueno de Bahía blanca, y fue por eso que la elegí como destino."

"Bahía Blanca, en cambio, que era nada, o mejor que nada, una pura negatividad, me aseguraba un corte perfecto: lo que yo más buscaba y quería, el corte más nítido y más limpio; dar vuelta la hoja, como se dice por lo común, de una vez y para siempre."

Bahía Blanca, Martín Kohan







jueves, 22 de marzo de 2012

"El mundo parecía seguir su curso habitual, del mismo modo que, incluso en los casos extremos en los que todo está en juego, se sigue viviendo como si no pasara nada."
Enrique Vila-Matas. Exploradores del abismo

jueves, 15 de marzo de 2012

Sexo seguro

Los hay que prefieren el sexo seguro, los planes de pensiones, las bici-sendas, los viajes organizados, dormir ocho horas diarias, el cine que pasan por la tele, la vida sana…. El resto, mientras tanto, nos morimos lentamente de la risa.

sábado, 10 de marzo de 2012

Mi pegaso y yo

En una sola tarde mi pegaso y yo dimos una vuelta al mundo. Atravesamos océanos, subimos las montañas más altas, descansamos en mil ciudades distintas. Durante el trayecto yo le preguntaba dónde estábamos y se empeñaba en contestarme que ni tan sólo habíamos atravesado los límites de esta ciudad, inmensa, con tantas caras tan distintas.
A pocos kilómetros del cielo, donde esperábamos ver ángeles danzando, su pata se quebró. No me quedó más remedio que arrastrarlo de una oreja por toda la ciudad.
 Lo más penoso de nuestra derrota fue volver a la velocidad y a la altura del resto de los mortales. Hacía tiempo que no les miraba a los ojos.

Terrorismo musical

viernes, 2 de marzo de 2012

“Escúchalos a todos, pero que el tono de tu voz lo conozcan sólo algunos y que nadie sepa lo que piensas, déjalos a ellos explayarse. Deja que los demás hablen. Tú, mantente en los cuarteles del invierno”

Consejos de Polonio a Laertes

Sobre hurtos fotográficos o la breve historia de un hola teñido de adiós

jueves, 1 de marzo de 2012

“Me quedé pensando en el embrujo de las despedidas radicales, en el encanto de las despedidas radicales de esas personas a las que tanto admiramos cuando  nos enteramos de que han sido capaces de mandarlo todo al diablo, han dado un portazo y se han largado sin más, no sin antes decir: Ahí os quedáis, cabrones”
Enrique Vila-Matas. Doctor Pasavento

miércoles, 29 de febrero de 2012

Hostels


Jóvenes primermundistas recorren Latinoamérica saltando de hostel en hostel recomendado por la Lonely Planet para encontrarse con jóvenes primermundistas, con los que comparten en el nuevo esperanto sus alucinantes experiencias en Asia, donde –estoy segura- saltaron de hostel en hostel recomendado por la Lonely Planet para encontrarse únicamente con jóvenes primermundistas a quienes escuchan hablar sobre sus alucinantes experiencias en Latinoamérica.
Mientras nadie tenga la genial idea de crear alojamiento económico para misántropos, yo me vengo silenciosamente utilizando los champús de marca (cuyos nombres sugieren propiedades cuasi mágicas) que dejan olvidados en la ducha y apropiándome de todo objeto que roce mi litera. 


La otra orilla













En Montevideo todos los días huelen a domingo.
La gente no tiene miedo de mirarse a los ojos.
La ciudad abre los brazos a su camaleónico río.
El río abre los brazos al océano, inmenso.
Montevideo tiene alma de pueblo.
Sí, los porteños tienen razón: Montevideo es menos.
Menos histérica
Menos caprichosa
Menos bulímica
Menos egocéntrica
Menos frívola
El día en que me canse de mis mil amantes de nombre Buenos Aires, reaprenderé a caminar despacio y pediré tu mano, Montevideo.