lunes, 27 de febrero de 2012

La vida según Mariana Latronico

La Latro quiere una pepa,
no concibe que en Buenos Aires Design no vendan drogas de diseño.
La Latro siente el amor en la vena radial,
justo a su paso por la muñeca izquierda.
La Latro unas veces es una niña de mirada limpia,
otras muchas, una abuela sabia.
La Latro tiene tres bebés que no lloran, sino ladran.
La Latro vive en su propio huso horario,
llega a las fiestas cuando todos se van,
almuerza en la madrugada,
quiere verte cuando ya te has ido.
La Latro se despide para no irse nunca
y cuando se va no dice adiós.
La Latro está llena de luz
y, sin embargo, se empeña en caminar siempre por la sombra.
Su única negritud la escupe en sus cuadros.
La Latro sueña con esculturas exentas y con flamencos gallegos.
Su corazón se retuerce cuando ve un animal herido
mientras le exprime los bolsillos a los extranjeros de plata.
La Latro tiene amor para toda la plaza
y toda la plaza se quiere coger a la Latro.
Nunca se va de una casa sin sus envases.
Para la Latro la vida es sencilla
y ser correspondido en el amor cuestión de persistencia.
La Latro quiere una pepa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario