jueves, 3 de marzo de 2011

Gracias

Gracias, Geli,  por transmitir esa luz.
Gracias,  Alberto, por contagiarme tanta energía
(a los dos por estar siempre ahí, justo cuando más lo necesité)
Gracias, Mon, por todos los helados de dulce de leche y botellas de sidra que hemos vaciado juntas.
Gracias, Ana, por reaparecer tan fácilmente, sin reproches, ni tan siquiera preguntas
Gracias, Caro, por haberte ido y dejar que te siga
Gracias, Bea, por nuestros fugaces encuentros llenos de risa
Gracias, Jabi (con B), por tantas conversaciones interminables, por estos últimos días.
Gracias, Josele, por tu amistad, tu deseo y tu cariño incombustibles.
Gracias, Emilio, por haber despertado tu interés un día que no me interesaba ni a mí misma.
Gracias, Luis, por compartir tu claustrofobia hacia este lugar conmigo.
Gracias, Adama, por tu paciencia infinita.
Gracias, Iván, por devolverme la risa justo a tiempo.
Gracias, Polaquito, por tu transparencia, por esa vena tan azul.
Gracias, Simón, por abrirme los ojos sin darte cuenta.
Gracias, María, por tu confianza, por Mateo.
Gracias, Álvaro, por salvarme en Nochebuena, por ser tan poco García.
Gracias, Pepe, por ser mi acicate y rescatar mi ego de allá abajo, algunos días.
Gracias, Nena, por entender todo de esa forma tan sencilla.
Gracias, mamá, por los vermuts de los domingos, por invadir de vez en cuando mi soledad con tus trastos, tus trapos y tus tuppers, por todo en realidad…
Gracias a todos estos últimos cuatro meses, que ahora puedo ver como unas extrañas y largas vacaciones, como una regresión a 10 años atrás en parte necesaria. Creo que he curado la nostalgia hacia mi tierra para una buena temporada, aunque desde luego no de la mayoría de vosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario